El Parque Rural de Teno, aislado durante siglos, guarda la esencia de la isla. Naturaleza en estado puro y tradiciones inalteradas conforman un binomio que convierte al lugar en una visita imprescindible. El martes día 8 de agosto los jóvenes del campamento han podido disfrutar del entorno que les rodea haciendo un tramo del Sendero Circular del Monte del Agua. Naturaleza en estado puro que les permitirá oxigenar sus pensamientos para las acciones en innovación y creatividad que están poniendo en marcha.

Después de una intensa mañana, llena de trabajo y esfuerzo para el desarrollo de sus proyectos, los chicos y chicas de los INLab disfrutan de la compañía de sus compañer@s y de la naturaleza que los rodea, enmarcando la tarde de una forma interesante. Así, el valor de la competencia social, dentro del marco de las capacidades del siglo XXI adquieren mayor relevancia. Alrededor de las 17:00 horas el grupo bien organizado con la merienda y mucha agua se dispone a empezar una gran tarde acompañados de los monitores, quienes iban haciendo una pequeña charla de lo interesante de la fauna y flora del lugar. El objetivo fundamental es fortalecer diferentes formas de atender el contexto despertándoles la creatividad.

Poco tiempo después de comenzar, en el entorno del albergue encontraron fincas con árboles frutales, y parras. Pudieron contemplar como por las carreteras y caminos del Parque Rural de Teno se ponen de manifiesto no solo los indudables valores naturales y ecológicos del lugar, sino un espacio cultural que marcó la vida y creencias de generaciones de tinerfeños.

Un breve paseo permite alcanzar las primeras laderas cubiertas de Laurisilva, uno de los ecosistemas boscosos más imponentes de Canarias que contrasta con terrazas de cultivo, antiguas eras, caseríos que hunden sus cimientos en los siglos y completan un paisaje lleno de antiguas creencias y tradiciones. Los jóvenes están comprendiendo la importancia del entorno en una isla con muchas particularidades, donde es necesario creer en la autonomía de lo local, partiendo de lo inductivo hacia lo deductivo.

La jornada termina con la llegada de nuevo al albergue donde les espera la cena, juegos y dinámicas de grupo, pudiendo profundizar en el refuerzo de la interactividad, cooperación, comunicación y colaboración que la jornada ha podido provocar en el colectivo, haciendo valer la capacidad de liderazgo cooperativo. Así mismo, se celebró la asamblea diaria, momento en el cual podemos ver sus cualidades y actitudes en cuanto a su capacidad de expresión y de integración en el grupo, valores fundamentales en la escuela de innovación, para finalizar con un cine de verano. De esta forma completan un día cargado de actividades y emociones.

Haridian Rodríguez